domingo, 10 de mayo de 2009

RIDERS ON THE STORM

Katrina vivía el muelle y aunque estaba acostumbrada a ver las tormentas había días que aún le daban miedo, los rayos y truenos le despertaban y sentía su fuerza al romper encima de su casa. Ichabod que vivía en el pueblo de al lado se había acercado a llevarle su compra de frutas y verduras como todas las semanas.
Cuando entró en casa la encontró debajo de la mesa, con miedo a salir pero fuera hacía un día precioso. Ichabod le dijo que a él le había pasado lo mismo la noche anterior, pero que después de la tormenta siempre venía la calma.
Estuvieron todo el día pescando e Ichabod se llevo su ración de pescado para toda la semana.
Sabían que la tormenta volvería, pero también el sol y las tardes de pesca.

3 comentarios:

mario dijo...

A mal tiempo buena cara, aunque exista riesgo de que te la partan. Voto a favor de la semana de cuatro días laborales. De otro modo no habría salido hoy de la piltra,

Carmen dijo...

Claro... volverán mis tormentas... Y todas pasarán... Y habrá tardes de sol, es imposible que no las haya, salvo que te niegues a ellas.

Besos. Muchos.

Carmen dijo...

Quería decir las tormentas, no mis tormentas, jajaja...