Ayer leí esta noticia:
"Una tarjeta de Navidad enviada en 1914 llega 93 años después a su destino"
y no pude evitar acordarme de Amelie, cuando fabrica la carta que nunca le había llegado a su vecina en la que su marido le pedía perdón por la infidelidad y así ella recuperó de nuevo la sonrisa.
2 comentarios:
Sí, 93 años después, pero en Navidad.
a veces las cartas, como las personas, tardan en encontrar su destino. Solo cabe esperar que no sea demasiado tarde
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